Cine

Gracias, quienquiera que seas siempre he confiado en la bondad de los desconocidos.

jueves, 11 de junio de 2015

Viridiana... la santa ingenua.

Hablar de Viridiana de Luis Buñuel es  hacerlo de una obra de arte universal, se dice que el español se consagró definitivamente al filmar esta versión tan oscura y compleja en la España franquista, un reto al caudillo, a la Iglesia y que definitivamente fue un parteaguas en su filmografía.

Aunque Luis no era muy afecto de entablar grandes amistades con sus actores y era conocido por su temperamento, osquedad y carácter con Silvia Pinal  cedió, pues esta producción hispanomexicana a cargo del marido de Pinal Gustavo Alatriste se pospuso, se complico y no era el proyecto que más allá apasionado a Buñuel.

Su premio en Cannes  con la PALMA DE ORO supusó la reacción de L´Osservatore Romano catalogándola de pecadora, denigrante y cruel y contra los valores cratólicos y cristianos, este escándalo que le cerró las puertas en muchos países la catapulto ante la crítica.

La trama se basa en la novicia Viridiana, una mujer virginal, de encanto sereno y con vocación religiosa que ve interrumpida por el deseo que despierta en su tío político y en el hijo ilegitimo de este. Al suicidarse el tío luego de hacerle creer a viridiana que la había desvirgado y no poder vivir con el remordimiento ella incapaz de profesar manchada por el pecado dedica su vida, energía y fortuna a ayudar a los pobres, volviendo la mansión familiar en un asilo de "indeseables" ciegos, prostitutas, alcholicos, enfermos etc. etc.

De la pelí Buñuel dijo: las imágenes se encadenaron en mi cabeza, unas tras otras, formando una historia. Pero nunca tuve la intención de escribir un argumento de tesis que demostrara, por ejemplo, que la caridad cristiana es inútil e ineficaz. Solo los imbéciles tienen esas pretensiones.

Y la química entre Rabal y Pinal fue sin duda uno de los puntos fuertes de la película aunque quienes robaron la atención fue el clan de mujeres y hombres que personificaron a los indeseables, en especial la escena de la "foto" que  es una clara referencia la última cena de Leonardo DaVinci y que fue catalogada de la escena más obscena del cine.

La censura franquista ordenó la destrucción de la cinta, pero Silvia Pinal logró escapar a México con una copia de la película, salvándola. En España, el filme solo pudo exhibirse diecisiete años después de la filmación, cuando la dictadura había desaparecido.

NADIE PUEDE AYUDAR A OTRO SI ANTES NO PIENSA EN SI MISMO... es sin duda la gran lección.


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