Se trata de una familia feiz, un buen esposo, padre amoroso, la vida perfecta de un suburbio estadounidense, esa armonía se va rota luego de que el personaje de Keanu como todo hombre pesado de los cuarentas y en crisis andropausica decide aventurarse con estas dos chicas en apariencia de lolitas dulces y sensuales.
La peli es buenasa, las actuaciones de él muy buena, de ellas pudieron ser mejores, pero la cinta explora más bien su belleza por delante del talento, a mi recordó Diabolique con Isabel Adjani y Sharon Stone.
Eli Roth se caracteriza por usar el sexo como el conducto, la vía perfecta para la perdición, siempre en sus pelis detona las peores calamidades, así que el guión es culposo, acusa al hombre maduro de caer en las redes de dos sensuales jovencitas (como si algún hombre hetero pudiera decir NO), lo que sigue es una mezcla de Atracción fatal, Diabolique, Scream y bueno tiene un ritmo TREPIDANTE.
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